Arriba, el trino… uno, vil y perverso para gobernar, desleal,
desmañado, mezquino… otro, que clamó la decencia, devino en ser el más indecente
y pusilánime, quebradizo, inseguro,
inmerso en la falsía… Ambos, los dos,
dañinos... El tercero, imperativo e irracional, autoritario, famélico ansioso de
poder… Peligroso
Una pintura de Javier Lemos |
En medio, la magistratura secuestrada, deslustrada, …impotente
Abajo, el pueblo
Los acontecimientos parecen desbordar, definitivamente, el
límite de la tolerancia, cercano a la toxicidad, rayando el espanto… Se intuye
la emoción colectiva, tras un cúmulo de sensaciones… a gritos, demandan cambio,
exigen raer la mugre… enterrar el odio impuesto, expeler la tristeza por la
impotencia, rendir el enfado de la inacción, extinguir la indignación por la
ineptitud… a gritos demandan equilibrio, templanza, sobriedad. Un radical giro
hacia la euforia, el optimismo, la
gratitud, el afecto, la admiración, el agrado… estabilizarse el ánimo… desvanecerse
el miedo, mal de males. Expandirse en amor, vivir felices… Buscaros en el otro
lado, paz en vuestros ojos. ©Baldomero Gómez (yo soy Galmier Zemog)
♫ Trabajando en un sueño