¿A dónde se ha ido la cordura?, ¿qué coño nos está pasando?...
es inútil, casi, encontrar un rincón que se libre de polémica, todo es
controversia. Cualquiera, incluso aquellos que jamás han respetado nada ni a
nadie, cualquiera, te va a reprochar incluso la existencia tuya, sin percatarse
que su ira destruye la propia suya. ¡Así no!
Pasado, memoria histórica, rencores… ¿sabes que lealtad
significa gratitud y, que significa también amor y verdad? Somos ahora, ni
pasado, ni porvenir, todo es siempre ahora y, estoy convencido de que nosotros,
como siempre, sólo nosotros vamos a dar solución a cualquier problema impuesto
o no, acabaremos, nosotros, con la controversia y con la presión, con sencillez
y con coraje. ¡Así, sí!
Leo hoy, un artículo de Carlo Invernizzi-Accetti, en eldiario.es, que nos
cuenta la bella lección que nos viene del norte de Italia, trata de una de
tantas, casi eternas, discusiones de la memoria histórica, por la que habría de
darse solución al destino de un monumento, que realza a Benito Mussolini a
caballo, adornado con un bajorrelieve con el lema “Credere, Obbedire,
Combattere” (Creer, Obedecer, Combatir). Solicitadas propuestas y recibidas las
mismas, se sometieron a escrutinio público en Internet y, como resultado se
acordó mantener el monumento y la inscripción histórica fascista, añadiéndose
una inscripción transparente, superpuesta, iluminada con LED, con una cita de
la filósofa judía-alemana Hannah Arendt, escrita en los tres idiomas que se hablan
en esa localidad, italiano, alemán y ladino.
La lección está en el contraste y el respeto, frente a la
grandiosidad fascista, de la figura ecuestre, se sobrepone, sin ocultar el
texto histórico, otro texto actual, transparente, minimalista, sencillo,
NESSUNO HA IL DIRITTO DI OBBEDECERE. ¡¡Nadie tiene el derecho de obedecer!!
Impondremos la cordura, nosotros. Sabéis que os quiero. ©Baldomero Gómez (yo soy Galmier Zemog)
Feliz Fin de Semana ♫ ¡Si se callase el ruido!