¡Qué semanita! el fuego, la gripe, la nieve… la causa de
todo siempre somos nosotros, todo somos nosotros… me dormí pensándolo.
bastante extraños, tenían miradas cálidas, muy tiernas, se expresaban susurrando… de pronto, surgió luz, venía de todas partes, advertí ardimiento, casi violencia… ya solo distinguía sombras abrazadas, luchando por dejar de ser dos y convertirse en un solo ser… Sus acciones, causaban en mí reacciones, algo increíble, tanto que además de duro, resultó hermoso, tan bonito como observar una ola enorme romperse sobre las rocas y, ver su transformación al continuar con mucha fuerza, ya convertida en espuma, en gotas, en vapor, intentando alcanzarlo todo, inundándolo todo, hasta la extenuación… pensé si serían dioses. No lo eran, no podían serlo. Mi razón me dice que los dioses no saben amarse así, porque no necesitan esforzarse tanto para unirse y entenderse así. ¡Claro! Eso la razón pero, el corazón me dice otra cosa, me inclina a desconfiar, me lleva a imaginar otras realidades, otras verdades, las que nos permiten viajar flotando en el Universo, las que nos permiten caminar… sí, caminar es utopía, porque la inalcanzable utopía nos invita y nos ayuda a caminar para alcanzarla aun sabiendo de antemano que es un imposible, o no lo es, ¡quién sabe! ©Baldomero Gómez (yo soy Galmier Zemog)
¡¡Feliz Fin de Semana!!
Hay que divertirse, no queda otra…
♫ El verdadero amor nunca se desvanecerá