Es cierto que ha llegado el momento de la reforma en profundidad
de nuestra Constitución, una norma de consenso, repudiada entonces por algunos
que hoy la defienden a ultranza. Si
para llegar a tener estabilidad y
convivencia, resultaron esenciales, entonces, año 1978, ciertos actores sociales
y políticos, muy importantes, que renunciaron ejemplarmente a cierto
protagonismo en pos de la paz y el orden; ahora, en beneficio de todos
nosotros, los portadores de ese pensamiento vivo, que sigue actual, habrán de
ser protagonistas directos, tomando la batuta para ser renovadores de este
desaguisado, montado por insensatos, inmersos en corrupción y egoísmo, sin
medida.
Estamos siendo testigos de la intervención del Gobierno en la
Administración local de Madrid, corremos el riesgo de seguir viendo actuaciones
de abuso de poder, contrarios a la pacífica convivencia, irrenunciable
Os pido que pacientemente, leáis las palabras que siguen, escritas
y pronunciadas por una mujer progresista, en 1970. Una mujer, actual:
\\...“Defender el derecho de las nacionalidades a la libre
autodeterminación no supone en absoluto la obligación de separarse. Los
comunistas hemos considerado siempre esta cuestión, como subordinada a la
utilidad de ella y en relación con los intereses de las fuerzas fundamentales:
La clase obrera, los campesinos y demás fuerzas populares frente a las
oligarquías financieras, monopolistas y latifundistas y los gobiernos
representativos de éstas.
Éramos la antiespaña quienes luchábamos por la libertad y el
progreso de los pueblos de nuestra patria.”
(…)
Una opinión digna de destacarse es la de José Mª Gil
Robles, que, si bien no propugna el federalismo, considera que:
«Es un hecho, fuera de toda discusión, el fracaso del
centralismo absorbente y estéril. Si se parte de una completa realidad nacional
en que coexisten, en virtud de un proceso unificador voluntario, diversos
pueblos, con peculiaridades históricas y geográficas bien definidas, con tradiciones,
costumbres, lengua e historia completamente propias, con legislación y gobierno
particulares hasta épocas recientes, difícilmente puede concebirse que la
estructura del Estado en España pueda desconocer en el futuro esa realidad
poderosa.»
Sin profundizar en las variantes de las opiniones de
los consultados, es indudable que el sentimiento general es favorable a la
modificación de las estructuras del Estado y de hacer más viable la comprensión
y el entendimiento entre todos los pueblos de España.”//
Así habla, Dolores Ibárruri “España Estado multinacional”
(Septiembre de 1970) y, digo bien hablando en presente, porque está de rabiosa
actualidad
Estas palabras de Dolores Ibárruri, de carácter integrador, resultan
de suma importancia, a mi sencillo entender, a estas alturas del nuevo siglo, en
los tensos momentos que estamos viviendo. Conforman un resorte filosófico, para
muchas personas que se sienten libres y plurales.
Reprocho, con todos mis respetos, que no se trate de difundir
hacia fuera, este tipo de pensamiento, por quienes militan en organizaciones
cuyo soporte es noble, pero desconocido para la mayoría de los y las ciudadanas,
que ven con distancia y, consecuentemente, con desconfianza, maneras de pensar,
tan limpias y firmes, que también son suyas. Es momento de cambios, los que
mantienen vivo el pensamiento integrador, son los llamados a mantener el orden
y la paz, en la diversidad.
¡Feliz fin de semana! ©Baldomero Gómez (yo soy Galmier Zemog)