Sevach, es un personaje “fantástico” que tiene la mala
costumbre de ponernos al día y facilitarnos el tránsito por los vericuetos del Derecho
Administrativo.
Recientemente, los miembros del actual Consejo General del
Poder Judicial, cuyo mandato está agotado y caducado desde hace dos años, ha
vilipendiado, presuntamente, los más elementales derechos de José Ramón Chaves
García, Sevach, un digno Magistrado, que ha concursado a una plaza para la que
existe una convocatoria con unas bases de concurso, en el cual ha de valorarse el
mérito y la capacidad como prescribe la Ley.
Saltándose absolutamente las bases de la convocatoria, los
miembros del actual Consejo General del Poder Judicial, le dieron cero puntos al
Magistrado Chaves, otorgando el cargo arbitrariamente a otro Magistrado que,
entre otras cosas, siquiera tiene la especialidad propia de la plaza a ocupar. Las
bases de la convocatoria, de haber sido aplicadas, no permitirían puntuar cero,
evidentemente, salvo que quién pretendiera acceder a la vacante, no reuniera,
en absoluto, el más mínimo de los requisitos para acceder a la misma (más información Europa Press).
Que un órgano de gobierno de los jueces llegue a extremos
de tan bajo nivel, debe hacernos reflexionar sobre si nos merecemos lo que esta
pasando.
Que haya personas empeñadas en deslegitimar el estado de
derecho, debe hacernos pensar en si no es motivo para una clara repulsa, pública,
por parte de la ciudadanía.
El pasado miércoles, compartí un artículo titulado Vicio insubsanable; hoy, tras
conocerse, el jueves, el texto de la sentencia del Tribunal Supremo al respecto,
el autor de dicho artículo, el profesor Javier Pérez Royo, abunda en que
la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo incurre en prevaricación y, termina diciendo
en su nuevo artículo: “Al dictar la
sentencia 682/2020 en los términos en que lo han hecho los 16 magistrados de la
Sala de lo Penal del TS han levantado un acta de acusación contra ellos mismos.”
El artículo no tiene
desperdicio: Si esto no es prevaricación...
Es necesario agudizar la crítica sobre los poderes del Estado, del judicial también. Salvo mejor parecer ©Baldomero Gómez (Galmier Zemog), Vigo 2020
Renuncio